LA PEOR SEMANA

En la que tal vez sea la semana más negra de la historia de San Lorenzo, el equipo perdió frente a Rosario Central en la última jugada, sin merecerlo en un partido que debió terminar en cero. La visita, con más piernas y menos errores, se llevó un triunfo que no esperaba conseguir.

Foto: https://sanlorenzoprimero.com.ar/

Ante todo, debemos comprender que ni para el cuerpo técnico ni para los jugadores fue una semana fácil, una semana donde debían cobrar y no cobraron, donde no saben quién es la autoridad del club, un club que parece estar a la deriva y en el cual los intereses personales siguen siendo más importantes que los intereses de San Lorenzo. En ese contexto, el Ciclón jugó un partido por lo menos aceptable: manejó la pelota, la tuvo más que el rival, la movió con inteligencia, pero careció de profundidad, un mal que lo viene aquejando hace bastante tiempo. Solamente errores propios permitieron que Central se acercara al arco, cosa que hizo algunas veces y que convirtieron a Gill en la figura del local.

Durante la primera etapa, la pelota fue manejada casi a voluntad por San Lorenzo, cortando todo el doble cinco sin hacerse demasiados problemas, sustentados por los dos centrales que se adelantaban cuando era necesario. El Cuervo, con la voluntad de Cerutti tratando de ir por todos lados y la distribución de juego de Muniain, no pasaba ningún sobresalto y hasta se acercó con un buen pelotazo de Cerutti al área para Tripicchio, que como se pasaba, le metió un tacazo que le quedó para la volea de Vombergar. Pero el defensor Quintana llegó antes y le sacó el grito al esloveno. Claro que algunas distracciones hubo: Herrera quiso salir jugando y perdió la pelota que derivó en Lovera, que de media distancia sacó un fuerte remate al palo derecho del arquero Gill, que voló y logró desviarla al córner. La única jugada de peligro real hasta ese momento fue esa. Luego, a los 33, una buena combinación entre Muniain tirando un pase filtrado e Irala, en posición de extremo derecho derivó en un pase al medio que pudo ser desviado apenas por Mallo, cuando Vombergar ya se relamía. Así se fue la primera etapa, con el marcador en cero y con un San Lorenzo bien plantado que casi no sufrió.

Para el segundo tiempo, el técnico Holan paró a su equipo unos metros más adelante y San Lorenzo empezó a tener la pelota solamente entre sus centrales. Y ya no tenía una salida clara; el doble cinco, si bien cumplía la función de contención, andaba muy mal con la pelota en sus pies, y a Muniain le llegaba poco. A los 6 minutos, un buen pelotazo largo de Sández, a espaldas de Báez, logró dejarlo mano a mano con Gill, y su remate cruzado fue brillantemente tapado por el arquero cuervo. A los 8, en un córner, San Lorenzo marcó mal, Mallo le ganó el salto a Romaña y cabeceó apenas alto. Dos jugadas de gol en 2 minutos marcaban que Central ya tenía otras apetencias. Los minutos pasaban y el Ciclón no encontraba un camino hacia el arco contrario; las piernas empezaron a pesar. El técnico sacó a Irala teniendo a Tripicchio casi acalambrado; la entrada de Cecchini no cambió el juego. A los 28 minutos, un mal despeje del juvenil Herrera fue casi una asistencia para Giaccone, que pateó al arco, pero fue fantásticamente tapado nuevamente por el arquero Gill, que salió a buscarlo lejos de los tres palos. San Lorenzo a esa altura estaba muy cansado y los cambios no llegaban; solamente salió Braida por lesión para que entre Reali. Entró Cuello, ya a 7 minutos del final y en una jugada individual, gambeteó, entró al área y tiró un centro al segundo palo para la entrada de Iker Muniain, que no llegó a dominarla. Fue el mayor acercamiento que tuvo el equipo en toda la etapa. El partido se iba, y nada hacía prever que se quebrara el cero, pero a los 46, Giaccone, muy solo, volvió a tirar un centro para Copetti, que le ganó primero a Hernández, y convirtió el gol del triunfo.

Para completar los desastres, un imbécil (o un soldadito de alguien) tiró una bomba de estruendo a los jugadores de Central que festejaban el gol. El cacheo fue muy riguroso, entonces... ¿Cómo entró esa bomba de estruendo? No parece casual.

Una semana tan negra no podía terminar de otra manera que con una derrota deportiva. Lo importante, más allá de que haber perdido nos pueda mandar a una llave indeseada, es el problema institucional. Vamos a vivir unos días como los que venimos viviendo, de incertidumbre: no sabemos quién gobierna el club, no sabemos quién va a hacerlo de aquí en más. El vicepresidente está deshojando la margarita; el presidente, con su pedido de licencia que nadie quiere aceptar, porque lo que debería pedir es la renuncia después del video que vimos todos por televisión, se niega a hacerlo. Algún otro dirigente está desesperado por tomar el mando cuando moralmente no debería hacerlo, ya que está denunciado ante el Tribunal de Ética. No sabemos qué va a pasar, no sabemos quién va a pagar las inhibiciones que siguen cayendo una tras otra. ¿Tendremos acefalía? El vicepresidente que se presentó a elecciones parece que no entiende que hacerlo es asumir un compromiso del que ahora no puede desdecirse. San Lorenzo es todo incertidumbre, nadie sabe qué va a pasar. 

Claro, en lo deportivo, está a cuatro partidos de salir campeón. ¿Puede pasar? Puede. ¿Cambiaría algo que salga campeón en lo institucional? No, nada, pero sería un bálsamo para todos los hinchas que llenaron la cancha, insultaron a quien había que insultar, apoyaron al equipo durante los 90 minutos y le brindaron un sentido homenaje al Papa Cuervo. 

Esperemos que Francisco, desde arriba, nos dé una gran mano, porque en la historia la hemos pasado mal, pero nunca estuvimos en una situación como la de hoy.

VENGAN DE A UNO

ORLANDO GILL 8 

Tres grandes atajadas lo convirtieron en el mejor del equipo. Solo tuvo un error al quedar a mitad de camino en el cabezazo de Mallo.

EZEQUIEL HERRERA 3 

De nuevo mal en su función defensiva, despejó mal y dejó a Giaccone solo para que fusille a Gill, que le salvó la ropa, la perdió en la salida para que Lovera pateara cómodo al arco y en el gol no siguió a Giaccone que tiró cómodo el centro. En ataque un par de buenas salidas, no más que eso. Y Árias sigue sin ser del gusto del entrenador.

JHOHAN ROMAÑA 6 

La sobriedad de siempre, solo perdió en un córner con Mallo. Caminó por la cornisa de la segunda amarilla.

GASTÓN HERNÁNDEZ 6 

Lamentablemente Copetti lo madrugó en el gol. Antes de eso tuvo buenos cruces y no fue superado. Hoy (al igual que Romaña) prácticamente no cruzaron la mitad de la cancha.

ELÍAS BÁEZ 5 

Tuvo que bancarse su sector casi solo por la disminución física de Braida y solo le ganaron una vez la espalda. No pudo aportar en ataque como viene haciéndolo, solo un tiro al arco desde lejos, pero es bueno que se anime. Ya le llegará su gol.

EZEQUIEL CERUTTI 6 

Participativo, movedizo, no solo por su lado. Aportó sus ganas de ir para adelante pero le faltó compañía. No debió jugar los últimos 15 minutos porque estaba extenuado, pero Russo parece que no lo notó.

NICOLÁS TRIPICCHIO 4 

Lejos de su partido anterior, en el primer tiempo cumplió en su faz defensiva, pero mal con la pelota, lo mejor fue su tacazo para habilitar a Vombergar. En el segundo tiempo se diluyó, estaba cansado y acalambrado, pero el técnico lo dejó en cancha los 90 minutos.

ELIÁN IRALA 4 

Como su compañero, bien en la recuperación, pero mal en los pases. Para colmo el hostigamiento de algunos no ayuda. Una buena llegada al fondo generó algo de peligro. Salió reemplazado.

MALCOM BRAIDA 5 

Claramente disminuido en lo físico, el equipo (especialmente el vasco) lo extrañó solo un tiro débil a las manos del arquero. Salió lesionado. 

IKER MUNIAIN 6 

Buen partido de Iker, manejó los tiempos en la primera etapa, distribuyó acertadamente y hasta pudo meter un pase filtrado que casi se concreta en gol. Sufre el no tener la compañía que necesita. Pero sigue en levantada.

ANDRÉS VOMBERGAR 5 

Otra vez no le llegó ni una pelota para definir, peleó, presionó, se mostró. Pero a un 9 de área si no le llega va a ser difícil que convierta, no es su culpa. No le faltó entrega.

MATÍAS REALI 4 

No entró bien, no pudo generar nada porque tampoco recibió una pelota clara para poder encarar, además por izquierda le cuesta más.

EMANUEL CECCHINI s/c

Pocos minutos, no participó.

ALEXIS CUELLO s/c 

Apenas entró desbordó por izquierda y metió un buen centro. Debió ingresar antes.