SEGUNDO OBJETIVO CUMPLIDO

Con bronca por el empate del final, pero con la tremenda satisfacción, mejor dicho el orgullo de lo que hacen este plantel y cuerpo técnico con el apoyo incondicional del pueblo cuervo. Los objetivos del semestre están cumplidos en un club que por lo que son sus dirigentes debería estar descendiendo. A San Lorenzo siempre lo termina salvando la gente.

Se cerró el telón en el Bidegain con ese empate uno a uno contra Sarmiento, un resultado que por lo hecho durante los 90 fue un balde de agua fría, pero que no puede tapar la grandeza de este equipo. Los pibes, el cuerpo técnico de Damián Ayude y la gente en las tribunas. Todos juntos.

Este grupo de hombres, la mayoría pibes de la casa, no solo terminaron el torneo, sino que lo hicieron cumpliendo los dos objetivos principales: estamos en los Playoffs y aseguramos la plaza en la próxima Copa Sudamericana.

Porque San Lorenzo es grande, sí, pero la dirigencia no puede dirigir ni una calesita, dan vergüenza. No les pagan los sueldos a tiempo, no tienen la alimentación adecuada que requiere un deportista de élite. Juegan sin saber si van a cobrar (los pibes) los contratos ínfimos que tienen. 

Y a pesar de ese contexto nefasto en el que los metieron, ellos salieron a la cancha. Dejaron el alma y el pellejo por la camiseta. El gol de Tripichio fue un grito de desahogo. Un grito de rebeldía, tanto de ellos como de la gente, un grito que sonó a NO NOS VAN A QUEBRAR.

Después hubo un partido servido en bandeja, que vaya uno a saber porque, el Ciclón no lo aprovechó, pero el punto alcanzaba para lo real, la Sudamericana, el triunfo hubiera hecho soñar con el repechaje de la Libertadores, dejado a un plantel tan corto sin pretemporada y sin recambio. Tal vez sea mejor lo real.

El plantel banca a muerte a Ayude, lo respetan, le responden, y eso se ve en la cancha. Los jugadores no bajan los brazos. La gente los ama, los banca, y por eso, aunque el empate duela, la satisfacción es enorme.

Este equipo nos enorgullece, nos representa. Como planteó hace tiempo Mariano de la Fuente: ES ENTRE USTEDES Y NOSOTROS.